Blog de Patricia Vallecillo

El catorce de enero del año dos mil veintiuno, Madrid todavía no se había recuperado de la gran nevada conocida como Filomena.

Autora de: Las abejas de Malia: El maestro griego

Los viernes por la tarde, generalmente a partir de las cinco en punto, las calles olían a regaliz de fresa, a caramelos, a piruletas de cereza y chicles de menta. Instantes antes, los chiquillos nos habíamos agolpado a empujones en una fila a la entrada de El Bierzo, en la calle Valmojado, para salir exultantes con un surtido...

Sentada en la mesa, con los pies en el asiento e inmersa en una deliciosa juerga con mis compañeros, estrenaba el segundo cuatrimestre. Por la puerta seguía derramándose gente al interior del aula. Entre ellos, un jovencísimo maestro.

"En el infierno existe un lugar para las mujeres que no ayudan a otras mujeres", reza un proverbio en una serie magnífica.

En las prodigiosas cabecitas de los pequeños Dani, Eira, Rocío, Sara... y millones de niños más, hay un tintineo persistente que, en su dulce y regular repiqueteo, inyecta pequeñas dosis de un elixir mágico, sólo reconocible en estos pequeños cuerpos de cachorros que aún pertenecen a un mundo divino.

Es mediodía del día de Navidad en España.

-Qué bonito es...- Oigo decir por tercera vez, a mis espaldas, mientras vierto agua en el cuenco portátil que alivia a Happy del calor que se ceba con los peludos. El paseante insiste. Tendré que hacerle caso.

Hace mucho tiempo, tanto que aún no contábamos los años como lo hacemos ahora, existía una pequeña aldea -oppidum le llamaban los romanos-, llamada Uxama Argaela. Allí los niños vagaban tristes y anhelantes, desde que los sucesivos régulos impuestos por Roma prohibieron las enseñanzas y la influencia que el druida pudiera ejercer sobre ellos.

Cada día que acudía a recoger a mi hija al colegio, mis ojos se deslizaban fugazmente sobre sus rostros, con desapego intencionado, con fingida indiferencia.

Éramos cinco en el equipo de competición femenina de Taekwondo del gimnasio S.C. 1994 fue nuestro año.